En este artículo analizamos la visión que tiene la Administración Pública del trabajo en remoto, los problemas para su regulación, amenazas y oportunidades.
Falta de un marco legal común
Para comenzar y centrándonos en el caso europeo, los diferentes Estados acusan una falta de normativa común que regule el trabajo en remoto. El Acuerdo Marco Europeo de 2002, es la norma común que establece las condiciones mínimas del teletrabajo. A partir de esta norma, cada Estado ha desarrollado su propia estrategia y, en algunos casos, ni siquiera lo ha regulado.
De este modo, aquellos países que han creado una legislación específica pueden atender el teletrabajo dentro de sus fronteras pero, ¿qué sucede cuando el teletrabajo se produce entre empresas y trabajadores ubicados en distintos territorios?
Las normas a las que se acogen los países son los convenios bilaterales, acuerdos que, en muchos casos, no contemplaban en el momento de su creación situaciones tan complejas como las que vivimos en la actualidad.
Dificultades para controlar una situación compleja
Como indicamos, se trata de una situación muy compleja y que es difícil de atender por parte de la Administración. Si durante los meses de pandemia muchas personas trabajaron de manera deslocalizada, algunas han continuado con este modelo después. La Administración Pública se enfrenta a casuísticas muy diferentes, como las figuras de falso autónomo, el establecimiento de sedes de empresas en el territorio, la residencia fiscal de trabajadores por cuenta ajena y propia, etcétera.
Desequilibrio entre países
La falta de regulación y control está motivada, en parte, por los intereses de cada Estado. Si tradicionalmente se ha producido una fuga de cerebros de los países del sur de Europa hacia los del norte, una regulación europea que permita el trabajo en remoto desde cualquier otro Estado podría provocar un éxodo de esta mano de obra de los países del norte de Europa hacia otros lugares. Esto, que es una oportunidad para países del sur, es una amenaza para los del norte.
Una oportunidad para el medio rural
El teletrabajo también puede analizarse desde la perspectiva nacional y, en este caso, es una oportunidad para países con problemas de despoblación. En este sentido, fomentar el trabajo en remoto desde estos lugares puede atraer a nuevos pobladores, para lo cual, en algunas circunstancias, sería necesaria una inversión para el desarrollo de infraestructuras.