Estonia dispone desde 2020 de una visa de nómada digital que permite trabajar en el país para una empresa registrada en el extranjero de forma legal.

Para atraer a los nómadas digitales al país, el Estado portugués ofrece un tipo especial de visado, denominado visado de ingresos pasivos de Portugal o visado D7. El visado D7 se aplica a los extranjeros que deseen residir en Portugal como trabajadores a distancia que viven de sus propios ingresos (bienes inmuebles, propiedad intelectual o inversiones financieras) y que proceden de fuera de Portugal.

El visado para nómadas digitales de la República Checa es en realidad un visado de negocios de larga duración para autónomos conocido como Zivnostenske opravneni o Zivno para abreviar. Permite a los autónomos vivir en la República Checa de seis meses a un año.

Croacia ofrece visados de estancia temporal de hasta un año dirigidos a nómadas digitales de terceros países que realizan su trabajo para empresas que no están registradas en la República de Croacia.

El Gobierno de España está trabajando en una Ley de Startups que contemplaría la posibilidad de ofrecer visados para nómadas digitales, atrayendo así a profesionales que quieran desarrollar su actividad en remoto desde el territorio. Esto, por ahora es solo una propuesta y está pendiente de su aprobación parlamentaria, pero es relevante su seguimiento por parte de todos aquellos teletrabajadores que puedan estar interesados.

El Certificado de Registro de Ciudadano de la Unión Europea es un documento que reconoce el derecho de un ciudadano de la Unión Europea a residir en otro Estado miembro o en otro Estado que forme parte del Espacio Económico Europeo, necesario para estancias superiores a tres meses.

Alrededor del teletrabajo están surgiendo visas para nómadas digitales en diferentes países. Estos visados suelen ofrecer ventajas para teletrabajadores en relación a su residencia y al régimen fiscal para atraer trabajadores cualificados y de alto poder adquisitivo a estos países.

El espacio Schengen es un área de Europa formada por 26 países donde no existen fronteras interiores y, por consiguiente, se permite la libre circulación de personas, bienes, servicios y capital. Este espacio cuenta con un control de fronteras exterior, siendo necesario un permiso para el acceso desde terceros países.