El teletrabajo se ha extendido durante la pandemia y, en muchos casos, se ha consolidado como una política de empresa en multitud de organizaciones. El teletrabajo puede darse entre empresas y empleados ubicados en el mismo país o entre empresas ubicadas en un país y trabajadores en otro diferente, aunque no existe una legislación que regule esta situación de manera específica.
Hemos preparado una serie de artículos donde abordamos las tres opciones principales que tienen empresas y empleados para el teletrabajo deslocalizado. En este primer artículo hablamos de la posibilidad de trabajar por cuenta ajena a través de una empresa intermediaria.
Opción C: Trabajar por cuenta ajena a través de una empresa intermediaria
Esta es una opción poco conocida pero que cada vez tiene más peso en el mercado. Supone la entrada de un nuevo agente en la relación empresa-empleado.
Una empresa intermediaria con sede en el país en el que reside el teletrabajador contrata a este. De esta forma, puede hacerse cargo de sus obligaciones como empleador en el país sin coste añadido. Por otro lado, factura los costes asociados al trabajador y una comisión a la empresa en el extranjero. El trabajador sigue prestando sus servicios a la empresa para la empresa en el extranjero, pero la relación laboral la establece con la empresa intermediaria.
Esta opción tiene varias ventajas:
- Ofrece garantías al trabajador, que mantiene su calidad de empleado por cuenta ajena y las ventajas relacionadas con esta modalidad.
- Tiene un menor coste para las empresas que tener una sede en el país en el que reside el teletrabajador.
En RemotEU hemos contactado con varias empresas intermediarias para conocer su funcionamiento. Si quieres más información, puedes contactar con nosotros a través de nuestro formulario de contacto.
Y si quieres consultar las otras dos opciones para teletrabajar para una empresa en el extranjero puedes acceder a través de estos enlaces: