El teletrabajo desde la experiencia de una empresa

Temática

En este artículo analizamos la experiencia de las empresas en relación al trabajo en remoto.

Costes del teletrabajo

Para comenzar, las empresas evalúan los costes que puede conllevar para ellas que un trabajador realice su actividad en remoto. En este punto se ha de diferenciar entre los costes económicos y los costes humanos.

Con costes económicos hablamos de los costes administrativos en relación a la burocracia que han de hacer para cumplir con la legislación vigente en cada país, pero también de los costes del equipo de trabajo y su mantenimiento, desplazamientos del teletrabajador, etcétera. A esto se deben añadir los costes humanos, y en este caso nos referimos a la organización del trabajo y de los equipos, al seguimiento de las tareas y a un mayor esfuerzo en el cuidado del trabajador, que debe hacerse a distancia.

Desinformación de las obligaciones de la empresa

Las empresas reconocen también que desconocen los trámites que deben hacer con las administraciones correspondientes para garantizar el teletrabajo de sus empleados. De igual modo, tampoco tienen idea de qué medidas deben incorporar o cambiar con sus empleados.

Competitividad

La competitividad va a estar determinada, en gran parte, por el tamaño de la empresa. Así, las pequeñas empresas ven en ocasiones que el teletrabajo puede ser una amenaza para ellas. Al existir esta posibilidad, empresas de mayor tamaño más familiarizadas con trabajar con equipos deslocalizados pueden ofrecer mejores condiciones a los teletrabajadores.

Oportunidad de expansión

De igual modo, el teletrabajo puede ser interesante para aquellas empresas que desean abrir nuevos mercados, tanto a nivel nacional como internacional. Establecer a un trabajador en otro territorio puede ayudarlos en esta tarea a costes más reducidos que si no tuvieran esta posibilidad.