¿Qué es un contractor?

Temática

Los contractors o contratistas son profesionales independientes que prestan servicios a una empresa determinada. Esta figura puede asociarse a la de freelance, pero existen algunas diferencias que es necesario considerar para evitar incurrir en irregularidades.

La relación que existe entre la empresa y el contractor es mercantil, por lo que este tipo de compromiso implica un mayor riesgo para el trabajador, el cual no tiene por qué recibir beneficios como vacaciones, pagas o indemnizaciones. En este caso, la retribución neta que recibe debe ser superior a la obtenida como empleado asalariado, puesto que el contractor debe hacer frente a una mayor cantidad de gastos (cuota de autónomos, IRPF, etc.).

Es importante tener en cuenta que las condiciones concretas de los contractors dependen directamente de las leyes locales, por tanto se debe atender a la legislación existente en cada país.

En España, Italia e Irlanda la figura de contractor tiene una regulación similar. Mientras que en Italia e Irlanda se conoce como contractor, en España puede asociarse a un autónomo económicamente dependiente. Acorde a la Ley 20/2007, un contractor puede considerarse dependiente de la empresa cuando presta sus servicios de manera habitual y la facturación a dicha empresa supone al menos un 75% de su facturación total.

En el caso de que la Administración de estos países considere que el contractor es en realidad un empleado, la empresa podría ser sancionada y obligada a contratar al trabajador de acuerdo a la legislación española.

Para evitar que esto suceda, el trabajador autónomo económicamente dependiente debe tener más beneficios que si se tratara únicamente de un autónomo o contractor, como por ejemplo una duración máxima de la jornada estipulada o un descanso semanal y de días festivos reconocido. Además, se debe informar a la Administración de este acuerdo entre empresa y trabajador.

¿Cómo diferenciar un empleado de un contractor?

  • ¿Está la persona trabajadora trabajando por su cuenta? (Consigue sus clientes, no tiene exclusividad, decide su estrategia)
  • ¿La persona trabajadora tiene libertad de horario y capacidad para decidir sus vacaciones?
  • ¿La persona trabajadora tiene su propio espacio para trabajar y su propio equipo?

Si al responder estas preguntas la respuesta es no, es posible que se trate de un régimen de empleado y no de contractor. En este caso no se podría acoger a ninguna relación relativa a contractor sino a la regulación en materia laboral de cada país.