La cultura corporativa es algo inherente a una empresa. Independientemente de su tamaño o del sector al que pertenezcan, todas las empresas cuentan con una cultura empresarial propia, sean o no conscientes de ello. Esta cultura debe tener en cuenta, ahora más que nunca, el trabajo en remoto de sus trabajadores para alcanzar sus objetivos, por eso esta entrada pretende poner el foco en este punto.

La cultura empresarial juega un papel determinante a la hora de crear un sentido de pertenencia empresarial -también conocido como engagement laboral-. Según una encuesta de LinkedIn, el sentido de pertenencia empresarial mejora la productividad de los trabajadores y el rendimiento de la compañía.

A pesar de los múltiples beneficios que ofrece el teletrabajo, este puede traer consigo una mayor desvinculación de los valores de la empresa. Un estudio realizado en 2021 por Microsoft reveló que el trabajo a distancia hizo que sus grupos empresariales oficiales y sus comunidades informales estuvieran menos interconectados y consecuentemente más aislados. En concreto, la proporción de tiempo de colaboración que los empleados dedicaban a las conexiones entre grupos se redujo en un 25% del nivel anterior a la pandemia.

Esta nueva modalidad de trabajo pone de relieve la necesidad de construir de forma intencionada una cultura empresarial segura, clara y real. Algunas de las iniciativas que se pueden llevar a cabo para fomentar la cultura empresarial pueden ser:

• Compartir con todos los nuevos empleados los principios empresariales.
• Creación de grupos online de recursos e intereses personales. Por ejemplo canales de Slack de deportes, lectura, destinos, etc.
• Juegos, actividades y charlas de café entre compañeros de trabajo emparejados al azar.
• Celebrar periódicamente encuentros o retiros en instalaciones físicas.
• Procurar que los equipos se reúnan y las personas se conozcan personalmente, establecer las rutinas de comunicación online marcando los límites.
• Fomentar el trabajo en equipo sobre el individual.