Consejos para negociar la modalidad de teletrabajo

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Si trabajas para una empresa y te gustaría seguir en tu puesto trabajando en remoto desde otro país, puedes plantearle la opción a tu empleador. La crisis sanitaria trajo consigo el teletrabajo y se ha convertido en una opción viable para muchas personas, manteniendo esta modalidad de forma permanente como una política de empresa. Esto favorece el establecimiento de los y las empleados/as en otro territorio, incluso en otro país, acordando con la empresa las condiciones en las que se realiza.

Para poder llevar a cabo el traslado y teletrabajar al 100% para una empresa desde otro país lo primero que se debe hacer es informarse de las obligaciones que tienen tanto la empresa como el trabajador con la Administración del país, pero también conocer las ventajas e inconvenientes que tiene esta modalidad para ambas partes. Solo con esta información se puede plantear a la empresa el deseo de teletrabajar desde otro país y afrontar una negociación con ella.

¿Por qué es necesario negociar con la empresa el teletrabajo?

La respuesta es muy sencilla. Se trata de un cambio de condiciones laborales, y como tal, debe ser negociado. Al ser una petición del trabajador, este debe presentar una propuesta a la empresa que tenga en cuenta los pros y los contras que tiene este modelo tanto para el trabajador como para la empresa.

La negociación es incluso más compleja cuando se trata de trabajar en remoto desde otro país y es importante destacar que la empresa puede negarse a esta demanda. Por eso, cuanto más facilite el empleado al empleador el proceso, más probabilidades hay de que se lleve a cabo.

Consejos para afrontar la negociación con la empresa para la que trabajas

  • Muestra tu compromiso con la empresa: sé honesto y reconoce el esfuerzo que es para la empresa que tú te traslades a otro país. Valora y agradece su interés y muéstrate abierto a la negociación, sabiendo que tendrás que renunciar a cosas para poder trabajar en remoto.
  • Afronta la negociación desde una perspectiva impersonal: una negociación es dura y, si recibes un comentario negativo, no puedes pensar que se trata de un ataque personal. La negociación es sobre las condiciones, no sobre las personas. Esto podría afectarte emocionalmente y hacer que la negociación acabe mal.
  • Analiza la estructura de la empresa: sé consciente de las oportunidades y limitaciones que tiene la empresa. Piensa en el número de empleados y el volumen de facturación que tiene, de si tiene presencia en el país al que te quieres trasladar, de si hay otros compañeros que ya están en remoto o no, etcétera. Esto te ayudará a poner en contexto tu propuesta y ver lo difícil que le puede resultar a la empresa tu traslado.
  • Analiza tu posición dentro de la empresa: valora cuál es el papel que desempeñas dentro de la compañía y la importancia que tiene tu trabajo para la empresa, si es fácilmente sustituible por otra persona o no. Así podrás argumentar en defensa de tu trabajo.
  • Piensa en tus motivaciones para solicitar el trabajo en remoto desde otro país: reflexiona sobre tu decisión y por qué es buena para ti. Por ejemplo para estar cerca de tu familia, para conocer otro país o porque te trasladas con tu pareja. Establecerte en otro lugar tiene muchos aspectos positivos para ti, por eso debes tener siempre en cuenta tu objetivo durante la negociación. Al ponderar las opciones, pon este objetivo siempre en la balanza, porque tendrás que renunciar a cosas y tu deseo de marcharte a otro lugar será determinante en esa renuncia.
  • Calcula el coste de la vida en el país al que te trasladas: si renegocias el salario, piensa que una bajada de sueldo no tiene por qué suponer una bajada del nivel de vida. Por ejemplo, no es lo mismo el coste de la vida en Reino Unido que en Portugal, por eso aunque tengas que ajustar tu salario, puede ser beneficioso para ti.
  • Calcula el coste que tiene para la empresa: de igual modo, sé consciente del coste que tiene tu decisión para la empresa. Estos costes son:
    • Si la empresa tiene una sede en el país: debe acogerse a la legislación de dicho estado y hacer el reajuste oportuno a nivel interno.
    • Si la empresa no tiene una sede y quiere abrirla: debe atender a sus obligaciones fiscales y en materia de Seguridad Social y tener un representante legal en el país, con costes económicos y de recursos elevados.
    • Si la empresa te contrata a través de una empresa intermediaria: deberá hacer frente a la comisión del servicio.
    • A cualquiera de los anteriores hay añadir el coste personal, en tiempo y recursos.

En definitiva, al negociar con la empresa, debes tener en cuenta los costes que tiene el hecho de que trabajes en remoto desde otro lugar. Has de ser consciente de que tendrás que renunciar a algunas de las prestaciones que tienes actualmente. Por ejemplo, a parte de tu salario para cubrir parte de los costes económicos y para ajustar tu salario al coste de la vida del país, o también a beneficios sociales como pueden ser seguro privado, materiales o equipamiento, etcétera.